martes, 2 de octubre de 2012

Capitulo 26


Perdon por la tardanza! Supongo que hoy subo este solo! Me hice un ratito para subirlo ya que no fui al colegio. En el finde, que tengo mas tiempo, cuento las historias de los demas Esposito, ya que algunas lo pidieron. Espero que les guste. Cualquier cosa a @mimundoeslali



En el capitulo anterior...

Era demasiada información, pero necesitaba saber para poder entender algo. Me mordí el labio preguntándome si debía o no formular la siguiente pregunta.

-¿Cómo se mata a un cazador?- pregunté al fin.

CAPITULO 26

Él echó la cabeza hacia atrás sonriendo para sí mismo.

-No puedo responderte a eso.

-Dijiste que podías resolver todas mis dudas- le recordé.

-Y así es, pero una de las condiciones de nuestro trato es que no sepas cómo voy a hacerlo.

-Solo quería tener una idea.-Hice una pausa esperando respuesta pero como no reaccionaba añadí-: ¿Y a un gran predador?

-¿Tienes especial interés en acabar conmigo, Lali?- Arqueó una ceja. Cerró los ojos un momento, concentrado en algo- Rocio te estará buscando- dijo abriéndolos de nuevo-; será mejor que vayas con ella.

-¿Tú también tienes habilidades extrasensoriales?

Se puso en pie.

-Además de algunas otras que algún día te contaré, pero esto no tiene nada que ver con eso, no resulta muy difícil de predecir. Vamos.

Me detuve, ¿Cómo que “vamos”?

-Te llevaré de regreso a casa- afirmó como respuesta a mis pensamientos.

Me levanté con torpeza y volví a coger la mochila que había dejado sobre el taburete.

-No creo que eso sea una buena idea. Tengo que esperar a Rocio.

-No va a regresar aquí.

-¿Cómo lo sabes?

-¿Por qué te muestras tan desconfiada? ¿Ahora tienes miedo?

-No.

-Entonces, vamos.

Nos convertimos en el centro de atención de todas y cada una de las personas que
estaban allí. Salimos de nuevo a la calle. En el centro del aparcamiento, luciéndose como un pavo real en plena labor de cortejo, resplandecía el sol reflejado sobre la pulida carrocería de su flamante coche. Varias personas se
arremolinaban alrededor de él, en especial los chicos jóvenes. Pero en cuanto nos vieron no tardaron ni dos segundos en alejarse asustados. Comencé a juguetear con la correa de la mochila inconscientemente en cuanto lo vi, cada vez más nerviosa conforme nos íbamos acercando.

Me perturbaba demasiado la idea de estar encerrada en un lugar pequeño con él, quizá porque era peligroso, o porque en mi subconsciente aún perduraba esa típica frase materna que te advierte que “no debes subirte al coche de ningún desconocido”, porque, al fin y al cabo, no sabía nada de él. Nada me aseguraba
que fuera a llevarme a casa, tal vez su destino fuera un descampado o un callejón
oscuro. Estaba jugando con fuego, era consciente, pero por alguna inexplicable razón no me importaba. No sé qué tipo de fuerza extraña me empujó a acceder, tal vez la esperanza de que tuviera la oscura intención de poner fin a todo mi sufrimiento.

Me cerró la puerta y se sentó frente al volante. Me revolví incómoda, lo tenía tan
cerca. Dio ágilmente marcha atrás y salió del aparcamiento, dejando a los chicos de antes maravillados con el potente sonido del motor.

-La otra noche te dejaste algo.

Sin aminorar la marcha, se inclinó sobre mí para abrir la guantera, sujetando el volante con una sola mano. Sacó mi chaqueta, doblada con cuidado, y me la puso en el regazo.

-Gracias- musité con un hilo de voz.

Hizo un ademán con la cabeza a modo de asentimiento. Me aclaré la voz con disimulo y abrí la mochila para guardarla dentro.

-¿Qué es eso?- me preguntó de pronto.

-¿Qué es qué?- dije, sorprendida de que existiera algo interesante entre mis cosas.

-Ese libro- alargó un brazo y apartó la manga de la chaqueta que ocultaba el título del volumen de tapas desgastadas que había guardado esa mañana-. Romeo y Julieta- leyó arrugando la frente.

-No es mío- me apresuré a decir, incómoda.

Él volvió a centrarse en la carretera.

-Lo sé.- Eso me descolocó por completo-. Imagino que es de Rocio.

-¿Cómo lo sabes?

-Aquí todos nos conocemos bastante bien- hizo una breve pausa apretando con fuerza los dientes, se le marcaron los músculos de la mandíbula-.¿Lo ha vuelto ha leer?

-Supongo que sí, esta mañana, pero, ¿qué problema hay con eso?

-Le hace daño- me interrumpió.

¿Por qué Peter Lanzani, un gran predador; se preocupaba por Rocio?

-¿Acaso eso te importa?

-Es complicado.

-¿Por qué? ¿Por qué es tan importante ese libro?

Mantuvo la vista clavada en la carretera.

-Pregúntaselo a ella.

Continuara...

6 comentarios:

  1. Mas! Eu a mi tbien me gustari sa qe pusieras la historia de los espositos

    ResponderEliminar
  2. dios cada dia esta mejor estoy con la intriga de por que es tan importante el libro de romeo y julieta para rocio por que tanta importancia nose jaja pero me encanta mas porfaa :)

    ResponderEliminar
  3. me encantooooo quiero masss
    volví!! y feliz por tus noves estaba un enferma por eso no comentaba pero ya me puse a dia con la nove y me encanta.... gracias por tanto Genia!!

    ResponderEliminar
  4. Cada dia mas intrigante y misteriosa me volvi adicta a ella @laliterlove

    ResponderEliminar