domingo, 14 de octubre de 2012

Capitulo 34


Aca vine con el capitulo del dia! Que bueno que les vaya gustando de verdad♥ Seguramente haga la trilogia. Recien salio el segundo libro despues de mucho tiempo asi que no se cuando saldra el tercero. El segundo lo voy a hacer despues de una novela de por medio. Pero quedense tranquilas que voy a hacer la saga completa :) Besos. Cualquier cosa a @mimundoeslali



En el capitulo anterior...

-No soy quién para juzgarla. Yo tengo lo que merezco pero no es así en muchos casos, hay gente buena que debería vivir mucho más tiempo.

-Y, en cambio, parece que los malos son los que más viven.

-Discrepo en eso. Yo era bastante joven cuando me ocurrió. -Hizo una pausa mientras curvaba la comisura de sus labios en una sonrisa-. ¿Eso descarta tu teoría?

-En realidad no, porque te ocurrió joven, pero ahora tienes toda la eternidad por delante, lo que prueba que los malos son huesos duros de roer.

CAPITULO 34


-Así que crees que soy malo...

-Solo he continuado el ejemplo que tú has puesto. -dije.

-Me parecía poco cortés nombrarte a ti como ejemplo.

Endurecí el tono.

-Yo no lo soy.

Acentuó su sonrisa.

-No, claro que no, solo intentaba bromear.

Arqueé una ceja. Ese verbo no era el primero que se me ocurriría asociar con él.

-La otra noche te vi, atacando a un cazador -solté de pronto.

-Soy consciente de ello. -Me revolví inquieta-. ¿Creías que iba a negarlo? -me preguntó.

Miré la piedrecilla que aún rodaba en sus manos.

-No, es solo que no imaginaba que fueras a reconocerlo sin más. Siempre haces lo mismo y eso me desconcierta.

-Creo que en todo este tiempo he dejado claro lo que soy, no tendría sentido contradecirme ahora.

En el fondo, él tenía razón.

-¿Qué fue de él?

-Si lo que quieres saber es si lo matamos -dijo adivinando mis pensamientos-, puedes estar tranquila, no es algo que hagamos a menudo. Odiamos el silencio que se produce cuando acabamos con alguien. -Observó la piedra un momento.

Lo miré con atención.

-¿Pretendes asustarme?

-No -sonrió para sí mismo-, conozco métodos mucho más efectivos para lograrlo.
Sujetó una piedra con fuerza y la lanzó por el acantilado, hacia las profundidades del mar.

-¿En qué piensas ahora? -me preguntó, volviéndose hacia mí.

-En nada -mentí.

Miró la labor de mis manos.

-No es que a mí me importe, pero hay mucha gente que se preocupa de que esa hierba, que tú estás arrancando, crezca.

No era consciente de que había estado tirando de pequeños brotes de césped mientras pensaba. En cuanto lo vi, las aparté de inmediato para evitar un desastre aún mayor.

Suspiré.

-¿Qué haces aquí? -Esperaba que no hubiera venido a buscar a una nueva víctima que torturar, especialmente porque no había nadie más alrededor.

-Te vi pasar y temí que quisieras lanzarte por el precipicio. -Creí que bromeaba, pero su tono era serio.

-¿Habría servido de algo? -musité.

-Solo si lo que pretendes es calarte hasta los huesos, pero no creo que esa hubiese sido tu intención.

-No pretendía hacerlo -reconocí, sorprendida de que no se me hubiera ocurrido esa idea- solo quería pensar -Se echó un poco hacia atrás.

-Bien, no me apetecía ir a buscarte ahí abajo. -Me volví hacia él, no sabía cómo tomarme esas palabras-. Tu muerte me pertenece, Lali. Debo asegurarme de que nadie se me adelante.

Mi cuerpo se tensó.

-Aún no he aceptado tu trato -le recordé con voz grave.

-Esperaré.

El sol casi había abandonado por completo el horizonte.

-Es hora de que regreses.

Asentí lentamente. Me tendió una mano para ayudarme a levantarme, pero la rechacé. El gesto me sorprendió, pero no quería que me viera como una auténtica inútil que solo piensa en lanzarse por precipicios.

Cuando regresamos a la carretera vi su flamante coche aparcado junto a mi bicicleta. La cual seguramente Rocio habia dejado.

-No entiendo por qué te trasladas en “eso” –reconoció él-. ¿No te han comprado un coche?

-No quiero conducir, creo que sería un peligro para la población -mascullé.

-Absurdo -susurró él para sus adentros.

Abrió el seguro del coche a distancia y me abrió la puerta.

-Regresaré por mi cuenta, gracias -le dije con voz dura.

-Sube, llevaré esa cosa en el maletero.

-No... -Me sentí ofendida por cómo se había referido a mi pobre vehículo-, prefiero ir pedaleando.

Cogí la bicicleta y me subí. Él parecía un poco contrariado.

-Te seguiré por si cambias de opinión.

-No voy a hacerlo -le grité mientras me alejaba.

Continuara...

7 comentarios:

  1. Jajaha los amo gracias x la trilogia enloqeseria si no lo hicieras

    ResponderEliminar
  2. Gracias jaajaja yo tambien enloqueseria si no se como termina la nove,gracias por los caps queremos mas @laliterlove

    ResponderEliminar
  3. Cuando hay laliter???quiero laliter ,esta nove es tan misteriosa que siempre quiero mas y mas @cecilanzani

    ResponderEliminar
  4. Me encantaaaaa ! Quiero más nove(: &quiero conocer la historía de peter ! Muy buena nove. @SonreiAloSuarez

    ResponderEliminar
  5. Nos tenes abandonados :(

    ResponderEliminar
  6. me encanta tu nove!! acabo de descubrirla y es lo maxxx
    es diferente y especial, terminala por favor que en mi tienes una lectora leal
    =) quierooooooooo masssssssssssssssss

    ResponderEliminar