Buen dia ! :) Que bueno que les vaya gustando. Espero que este capitulo les guste. Si antes de las 16:00 hs hay mas de 5 comentarios subo otro. Disfruten. Cualquier duda a @mimundoeslali . Dejen su twitter si quieren que les avise cuando subo.
En el capitulo anterior...
-¿Por qué? ¿Por qué es tan importante ese libro?
Mantuvo la vista clavada en la carretera.
-Pregúntaselo a ella.
CAPITULO 27
Guardé
silencio y miré por la ventanilla. Él retorcía el volante entre las manos.
-Creo que
prefiero ir andando- aventuré-. Déjame aquí, por favor.
-De
ninguna manera.
-¿Cómo
que no?- respondí encarándole.
-Va a
llover y no quiero que te mojes- confesó.
No pude
evitar echarme a reír. Él no movió ni un músculo de la cara, la vena de su sien comenzó a
palpitar.
-¿Te
preocupa que coja un resfriado? Es un poco tarde, ¿no crees? Ya nunca más
volverá a
ocurrir.
Me miró
severamente.
-Te crees
muy graciosa. ¿no? La pintura que llevas encima se disuelve con el agua. ¿Quieres
que la gente vea un cadáver andando en mitad de la calle?
-No había
pensado en eso- reconocí casi en un susurro, avergonzada.
De
repente, empezaron a chocar pequeñas gotitas contra el parabrisas. Justo lo que necesitaba
en ese momento. Pero él no me miró con suficiencia ni me soltó un “ya te lo dije”
como esperaba, sino que continuó mirando al frente, concentrado en la carretera
y sujetando
el volante mucho más de lo necesario.
-Debes
aprender. Esto no es un juego, Lali. Hay muchas normas que no puedes pasar por alto.
Volví a
mira por la ventanilla. No me había dado cuenta que ya había aparcado frente al hogar de
los Esposito. Me sentí decepcionada, realmente su única intención había sido llevarme
a casa.
-Imagino
que volveremos a vernos- sentencié.
-Desde
luego- sonrió de pronto pillándome por sorpresa-, aguardo ansioso tu respuesta.
-Respecto
a eso tengo otra condición. El trato no afecta a los Esposito, no quiero que ellos se
vean involucrados de ninguna manera.
Torció el
gesto.
-Conoces
lo suficiente a esa familia como para saber que, si te hago daño, todos vendrán por mí.
-Entonces
tendrás que encontrar la manera de que no puedan relacionarme contigo. ¿Lo harás?
-Desde
luego.
Asentí
con la cabeza y salí sin decir nada más. Justo antes de cerrar la puerta tras
de mí, oí que
una voz salía del interior del coche.
-No le
des el libro Rocio.
Asentí de
nuevo y me dirigí directa a la entrada, empujé la puerta abierta y entré una
vez más en esa
extraña casa. Fui directa hacia la salita y vi un poco a lo lejos a Rocio, sentada
en el sillón más alejado. Nada más verme aparecer se levantó de
un salto
y se abalanzó sobre mí.
-¡Lali!
Te he estado buscando; siento mucho lo de esta mañana.
-No pasa nada-
la tranquilicé.
-¿Lo has
visto?- me soltó de pronto-. Dime que lo cogiste, Lali, ¿lo tienes?
-¿A qué
te refieres?- le pregunté.
-Al
libro, mi libro- me dijo impaciente-, lo necesito. Por favor, dime que lo
tienes.
Sentí el
impulso de decirle que lo tenía bien guardado en la mochila, pero la voz de
Peter en mi cabeza fue más fuerte. Quizá fuese cierto que ese libro era malo
para ella. Algo en mi interior me dio que debía fiarme de él por esa vez.
-Lo
siento- musité.
La puerta
se abrio dejando paso a Mariano, parecia cansado. El calor que sentia debia de
ser extremo. No se veia nada bien.
-¿Cómo te
encuentras?- le preguntó Rocio.
-No lo
estoy soportando demasiado bien este año, cada vez se me hace más difícil.
-Pasará
más pronto de los que esperas.
-No lo
creo, Ro.
La puerta
de la calle se abrió de nuevo dando paso a Pablo, que entró silbando en el vestíbulo.
Poco después apareció en el salón llevando una botella de cristal helada apoyada
contra su cuello. También venía empapado, pero le daba un aspecto aún más atractivo.
-El calor
ha comenzado antes.- Su voz sonaba ronca pero despreocupada-. El año que viene
tendremos que cambiar de ciudad.
-¿Mudarnos?
¿Por qué?- pregunté.
-Esta
temperatura es insoportable para nosotros- explicó Rocio.
-Pero si
ni siquiera hay sol- señalé sin entender.
-Eso no
importa, Lali. Cuando empieces a alimentarte, descubrirás
lo abrasador que es el aire que circula por la ciudad. -dijo Mariano.
En
realidad, el lugar me daba lo mismo, pero sentí algo extraño al pensar en la
idea de dejar de
ver a Peter.
-Mariano,
no estas bien- afirmó.
-No,
Pablo, no lo estoy- concedió- no soporto más este
calor.
-Podemos
instalar más sistemas de refrigeración- propuso Rocio.
-Sería
inútil. Creo que me iré a la montaña antes de lo planeado. Esta oleada de calor no es
normal.
Cinco aparatos de aire
acondicionado comenzaron a funcionar desde la parte trasera de cuadros o
pequeñas esculturas.
Lo miré asombrada, ¿tanto calor sentían?
-Un baño
helado te ayudará.
-Sí- dijo
él-, creo que iré a prepararme uno.
Rocio se
puso en pie y fue en busca de su bolso.
-Ro,
¿a dónde vas?- le preguntó Pablo.
-He de
encontrar algo- fue su respuesta.
-¡Espera!-
dije-. Te acompañaré.
Corrí
detrás de ella.
-De
acuerdo.
Continuara...
Otro cap:)
ResponderEliminarMaas!
ResponderEliminarVas a poner la historia de rocio?ponela porfi @laliterlove
ResponderEliminarPlis subi mas
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