sábado, 29 de septiembre de 2012

Capitulo 21


Ya se que me deben odiar por tardar tanto en subir =( No pude usar la compu en toda la semana. Espero que este capitulo les guste. Ahora sigo subiendo hasta llegar a las Laliter! Se viene caps interesantes


En el capitulo anterior...

– Quizá no saber qué te ocurrió sea menos doloroso, Lali, aunque jamás estarás preparada si continúas negándote a seguir.
-No sé como hacerlo –reconocí. 
-Encuentra una razón que te anime a continuar.

CAPITULO 21

Guardé silencio.

-No es tan malo como te imaginas –insistió dedicándome una sonrisa cordial que no llegó a sus ojos. Se echó hacia atrás y cubrió su cara con un paño húmedo que no le había visto antes. Tenía un aspecto muy cansado – El calor es cada vez más agobiante.

-Eso tampoco lo entiendo.

-Nuestro estado natural tiende a ser frío –explicó pacientemente –. Podemos tolerar temperaturas un poco más elevadas de lo normal, pero no demasiado porque nuestras habilidades disminuyen.

-Yo no lo siento –reconocí encogiéndome de hombros.

-Eso es porque tus sentidos no están completamente agudizados. –Su voz también iba perdiendo fuerza –. ¿Nunca te has planteado por qué la gente está más animada en verano?

-¿Por el sol? –aventuré.

Él esbozó una tenue sonrisa.

-Esa es la creencia popular, pero lo cierto es que los grandes predadores soportan el calor aún peor que nosotros, así que cuando suben las temperaturas, su presencia y la nuestra disminuye. Los únicos que toleran bien los cambios son los guardianes.

Tomé aire profundamente, había tanto que entender. Y yo seguia sin comprender una sola palabra. Por mucho que me esforzase, habia cosas que no tenian sentido.

-No debes obsesionarte con todo este tema.

Bajé la mirada.

-¿Con el tema de que he muerto? –solté una risa amarga –. Creo que es algo por lo que obsesionarse.

-Mucha gente daría todo lo que tiene por poder disfrutar de una segunda oportunidad.

Esas palabras me llegaron más hondo de lo que pensaba, ¿habría sido yo una de esas personas?

-Por el momento debes adaptarte –continuó poniéndose en pie –. Te ayudará hacer una vida más o menos normal.

Acababan de revelarme hacía escasos días que había muerto, y en ese momento querían que “viviera”. Nada, absolutamente nada, tenía sentido para mí. Llegados a ese punto, solo tenía dos opciones: seguir en esa cama, lamentándome de mí misma a la espera de fundirme con el colchón, o intentar entender lo que estaba ocurriendo, decidirme a salir de esa habitación y descubrir qué ocurriría a continuación. La primera era, sin duda alguna, la que más me tentaba; no tenía la fuerza ni física ni psicológica para enfrentarme a la segunda, pero una existencia ligada a esas cuatro paredes tampoco era una idea alentadora. Entonces, me sorprendí al recordar otra posibilidad. Yo no había pedido ese tipo de vida y no la quería, lo tenía totalmente claro. Mi tercera opción se llamaba Peter. Ahora más que nunca, su extraño trato tenía más sentido del que jamás habría esperado.

Por fin, tomé mi decisión.

Continuara...

No hay comentarios:

Publicar un comentario