viernes, 14 de septiembre de 2012

Capitulo 10

Otro mas! Espero que les guste



En el capitulo anterior...

¿Como era posible que Peter Lanzani supiera mi nombre? No recordaba haberselo dicho.

-¿Lali? -oi a mi espalda. Me gire y vi a Rocio a pocos pasos de distancia- ¿Que haces aqui?



CAPITULO 10

-Buscaba el coche -menti- pero no lo encontre.

-Esta en la entrada, como siempre.

Sabia que no se lo habia creido, pero no dijo nada al respecto.

-Ten cuidado, Lali. No te quedas en lugares solitarios.

-Lo tendre en cuenta.

Camine a su lado, sin decir una sola palabra. Me odie a mi misma, habia suplicado por mi propia muerte. Habia sido patetica. Deberia sentirme afortunada, habia sobrevivido a un terrible accidente, y sin embargo, lo unico que deseaba era acabar con todo, pidiendole ayuda a un chico que se habia burlado de mi en mi propia cara. Me lo tenia merecido. Por mi propio bien y para reservarme la poca dignidad que me quedaba, preferi no contarle nada sobre lo sucedido a Rocio. Ademas, decirle aquello, a pesar de sus innumerables intentos por hacerme sentir parte de su familia, no me parecio un opcion.

-¿Por que has salido antes? -me pregunto.

-Solo necesitaba pensar.

Guardo silencio, arrugando el ceño. Seguramente siguiera sin creerme. Mordia su labio inferior, nerviosa, y sin saber que decirme. Cuando llegamos al coche, se sento, pero no encendio el motor.

-Lo siento -se disculpo de pronto- siento que no te estoy sirviendo de mucha ayuda.

Me quede perpleja, no esperaba aquello. Rocio parecia estar sufriendo, su expresion afligida me conmovio, pero guarde silencio. Ella arranco el motor y emprendio el camino de regreso a casa.

-No es culpa tuya -le respondi luego de algunos minutos- creo que no soy buena para adaptarme a los cambios.

De improviso, dio un rapido volantazo y me precipite hacia la ventanilla. Un increible vehiculo negro habia pasado a toda velocidad frente a nosotras.

-¿Pero que demonios? -sus ojos estaban desorbitados pero mantenia el resto de la cara de forma perpleja- Maldito seas, Lanzani. -exclamo entre dientes. Era la primera vez que la veia sin su cara de angel misericordioso.

-¿Como sabes que es él?

-Siendo sincera Lali ¿Cuantas personas crees que podrian tener semejante vehiculo como ese?

Rocio bajo la temperatura a 16 grados. La mire sorprendida, pero tampoco senti frio, asi que no hice comentario alguno.

-¿Estas segura que no quieres un coche? -solto de golpe.

Despues de haber sufrido un accidente, haber perdido a mi familia y amigos ¿De verdad me preguntaba si queria conducir?

-Prefiero caminar.

-Creo que Pablo tiene una vieja bicicleta guardada que podrias usar. Esta en buen estado, y dudo que tengo problema alguno en regalartela.

-Creo que eso estaria bien.

-¡Genial! -exclamo dejando ver su amplia y hermosa sonrisa.

Continuara...

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