domingo, 23 de septiembre de 2012

Capitulo 17


Tarde pero seguro!! En los proximos capitulos se empiezan a aclarar ciertas cosas. Espero que les guste ♥ Cualquier cosa ya saben → @mimundoeslali


En el capitulo anterior...

-¿Estoy…? –Tomé aire pero las palabras no me salían –. ¿Estoy…?

-Piénsalo bien, Lali –interrumpió él –, una vez formulada tu pregunta no habrá vuelta atrás.

Cerré mis párpados con fuerza, como si eso pudiera aliviar el dolor que me producía decir la última palabra.

-¿…Muerta?

CAPITULO 17


No contestó de inmediato. Alcé la mirada para enfrentarme a la verdad de sus ojos y él respondió pausadamente.

-Sí.

Me sentí muy mareada, a tal punto que me tambaleé y caí al suelo, sobre una pequeña escalera. Él permaneció allí, estático, mirándome frío, sin ningún tipo de emoción.

-¿Qué significa eso? –pregunté con voz temblorosa.

-¿Qué es lo que crees? –respondió él.

-Que todo lo que me han contado es mentira. –Cubrí mi rostro con las manos, apretándome los ojos con fuerza –. Ni siquiera son familia, ¿verdad?

-Los Esposito son tu clan, aquí consideramos a los clanes familias.

-¿Ellos también están…? –no fui capaz de pronunciar la última palabra.

-Sí – respondió él.

-¿Y tú?

-Es evidente que también.

Me llevé una mano al pecho. Nada, no sentía nada. Ni un temblor, ni un ruido. Nada que significara vida.

-Pero…-pronuncié– yo escuché y senti a mi corazon latir.

-Eso es imposible.

Le oí acercarse. Despacio y pausadamente.2

-¿Por qué a mi?

-Compadecerte de ti misma no va a ayudarte –afirmó con frialdad –, no eres la primera ni la última persona a la que le ha ocurrido esto.

Lo fulminé con la mirada.

-Déjame en paz –rogué mientras volvía a esconder la cabeza entre mis manos.

-Levántate –me respondió con voz tranquila pero cortante.

Negué con la cabeza.

-No.

-Lali, levántate –repitió, esta vez de forma más autoritaria.

-No –alcé la mirada para desafiarle, su sola imagen hizo que titubeara, pero me mantuve firme –. Pienso quedarme aquí hasta que alguien se decida a acabar conmigo de una buena vez.

Me miró con una mezcla de odio y culpabilidad.

-Nadie va a querer matarte así, ahora mismo sería como hurgar en la basura. – Le
dediqué todo el desprecio que pude desprender de mis ojos –. No quiero escuchar más tonterías por tu parte –me dijo –, vas a venir conmigo quieras o no.

Subió los escasos peldaños que nos separaban, me rodeó la cintura con uno de sus
fuertes brazos y me levantó del suelo sin esfuerzo.

-¿Qué crees que estás haciendo? –le espeté.

-Infundirte un poco de sentido común.

-¡Bájame! -grité.

-No.

-¡He dicho que me bajes!

Le golpeé en la espalda con los puños cerrados y toda la rabia que pude canalizar, pero mis escasas fuerzas se esfumaron al tercer golpe. Había dejado el coche en marcha y era increíble que nadie se lo hubiera llevado. Teniendo en cuenta que estábamos en una zona deshabitada de la ciudad. Abrió la puerta del copiloto con una mano mientras me introducía en el interior. Me depositó delicadamente en el asiento y me puso el cinturón. No entendía a qué venía todo ese cuidado y seguridad.

Rodeó el coche y se sentó a mi lado. Parecia apurado. Soltó el embrague y aceleró. Ni siquiera se molestó en abrocharse el suyo. Arrugó la frente con una expresión severa y la mirada helada. Parecía hundido en sus pensamientos. Intenté abrir la puerta para salir del coche, pero había echado el seguro. Lo miré llena de furia, ¿por qué no podía dejarme en paz?

-No vas a escaparte, Lali. No pienso permitir que te quedes ahí.

-¿A dónde me llevas?

-A casa.

-¡No quiero regresar a esa casa!

-Da lo mismo.

-¡Te odio!

-Enhorabuena –contestó. Su tono sarcástico me sacaba de mis casillas.

Resoplé. No tenía fuerzas ni para discutir con él. Me crucé de brazos como una niñita enojada y caprichosa.

-¿Quién te crees que eres? ¿Mi salvador?

-No –su sola mirada hizo que enmudeciera– todo lo contrario.

Frenó de golpe. Si no fuera por el cinturón habría salido despedida, pero en cambio él, que no se lo había puesto, no se movió ni un centímetro. Salió rápidamente y me abrió la puerta con más fuerza de la necesaria. Me sacó sin dignarse a preguntarme si quería salir y me llevó hasta las escaleras que conducían a la entrada de la casa. Pero él no puso un pie sobre los escalones, se mantuvo en su sitio.

-Ahí dentro hay gente que te aprecia; se merecen que les des una oportunidad. – Su voz era ahora más suave.

Le miré.

-No pienso quedarme. –Podía sentir mis ojos enrojecidos. Pegué un tirón y me deshice de su mano. Subí las escaleras de espaldas, despacio, sin apartar la vista de él y añadí– Aléjate de mí.

Continuara...

2 comentarios:

  1. Muerta?? Pero donde esta, peter también muerto?? no entiendo!! más!!

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  2. OOOOOOOOOHHHHHHHH, qe lindo, creo entender la historia xD ojala me siga sorprendiendo xD

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