jueves, 20 de septiembre de 2012

Capitulo 14


Perdon por no subir antes =) Espero que les guste. Cualquier duda @mimundoeslali


En el capitulo anterior...

-No puedo prometer eso.

-Entonces no hay trato.

Se encogio de hombros.

-Bien -volvio a arrancar el motor- Pero piensalo, Lali. -añadio cuando estaba a punto de salir del coche- soy tu mejor opcion.

CAPITULO 14


No dije nada mas, me limite a encaminarme hacia la entrada de la casa. Senti sus ojos clavados en mi nuca. Cuando estuve dentro, me apoye contra la puerta y me deje caer, mientras escuchaba el sonido del motor de Peter Lanzani alejarse a toda velocidad. Estaba furiosa con él, pero sobre todo, lo estaba conmigo misma. Subi las escaleras corriendo y me encerre en mi habitación.

Fuera seguia lloviendo. Truenos y relampagos acompañaban el temporal. El viento azotaba con fuerza los cristales de la ventana y un incesante ruido en la azotea, me hizo pensar que debia tener goteras en alguna parte de la habitacion. Aunque me encontraba protegida debajo de las mantas de la cama, senti que la tormenta habia penetrado tambien en mi mente.

Lo que él me habia propuesto era sin duda la solucion a todos mis problemas. Con él parecia que todo era diferente y eso me desquiciaba. Pero habia algo que no terminaba de convencerme, alguna razon que yo ignoraba me hacia dudar de él y debia descubrir de que se trataba.

Esa noche tampoco dormi. Sin embargo, no culpe a la ausencia de recuerdos, a la ansiedad, a la desesperanza o a la amargura que comia lo poco que quedaba dentro de mi. Esa noche solo podia pensar en Peter. En sus penetrantes ojos. Me estremecia al rememorarlos, fijos, clavados en mi y en su expresion al divisar algo en la oscuridad del aparcamiento.

A la mañana siguiente, no volvi a verlo cerca de la biblioteca. No comprendi porque mi cuerpo parecia de repente tan ansioso por encontrarlo de nuevo.
Pablo me habia puesto a punto su bicicleta, de modo que ir a montar se habia convertido en mi distraccion del dia. Pasaba entre la gente todo lo deprisa que podia para que no se fijaran en mi.

Mi salud seguia resentida, no podia comer ni beber nada. Sin embargo, parecia que iba acostumbrandome al dolor en mi cuerpo. Habia llegado a un punto en que casi podia ignorarlo.

Esa tarde llegue de otra de mis expediciones antes de lo que esperaba. Pablo y Rocio no estaban en la casa y Mariano no regresaria hasta la noche. Me encontraba extraña. Sentia la boca pastosa, con sabor como a sangre. Fui a la cocina a beber un poco de agua porque estaba sedienta. Fue reconfortante.
Subi a mi habitacion para intentar leer un poco pero, nada mas entrar por la puerta, comence a sentir unas terribles arcadas. Corri al baño y vomite en el lavabo. Mi cuerpo se retorcio hasta que arroje la ultima gota.

-Otra vez no... -suplique entre jadeos.

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